De ideas avanzadas que trascendió igual en lo literario que en lo político, Andrés Eloy Blanco fue un hombre de pensamiento universal con destacada actuación como diputado, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente en 1947, y canciller de la República.

Purgó cárcel por su disidencia con los gobiernos de facto y salió al exilio en un viaje sin regreso al sueño, pero sin renunciar a lo que tanto quiso: su patria, su pueblo y su gente, a quienes dedicó en su prolífica obra poética versos, romances y coplas de rima sencilla. También cultivó el género humorístico en sus tiempos de parlamentario.

En nuestro recinto universitario, los integrantes de la comunidad uptaebista somos sus “hijos infinitos”, orgullosos de tenerlo como epónimo de la institución, igual como lo es de tierras sanareñas, municipio al que también estamos vinculados en razón de la condición de territorialidad que se le atribuye a nuestra casa de estudios.